Cómo conectar a los equipos remotos a través de la confianza y el compromiso

En estos tiempos de un nuevo orden mundial se ponen a prueba muchas de las capacidades de un líder para inspirar, enfocarse en resultados y fundamentalmente evolucionar como seres humanos, potenciando el talento de su equipo remotos para enfrentar la nueva realidad y generar soluciones.

En este momento, cuando muchos de alguna manera hemos experimentado el trabajo remoto, los estudios muestran que el cansancio va en aumento, por ejemplo, un estudio de Asana refleja que el 71 % de los trabajadores sufrieron algún tipo de agotamiento en 2020 y el 87% de las personas trabajan horas extra.

Las organizaciones y las personas requieren evitar el “burnout” y enfrentar la nueva realidad que alterna lo presencial y lo virtual. Para generar soluciones, necesitamos incorporar nuevos hábitos con base en lo aprendido y lo vivido, con calma, pero con agilidad.

En estos tiempos de un nuevo orden mundial se ponen a prueba muchas de las capacidades de un líder para inspirar, enfocarse en resultados y fundamentalmente evolucionar como seres humanos, potenciando el talento de su equipo remoto para enfrentar la nueva realidad y generar soluciones.

Hemos identificado seis características que tienen en común los líderes que lo lograron más fácilmente con sus equipos remotos.

6 Características del líder que demostraron su valor para el trabajo remoto

  1. Humildad para reconocer sus limitaciones y pedir ayuda 
  2. Vulnerabilidad para mostrar que también le asaltan las emociones y que es posible un optimismo realista con esperanza
  3. Carácter para tomar decisiones y el coraje para asumir los resultados, aunque no fueran los mejores; 
  4. Persistencia para seguir adelante a pesar de la incertidumbre; 
  5. Empatía para entender a los demás y potenciar el talento con nuevas habilidades demostrando su humanismo. 
  6. Disciplina y energía emocional para apoyar al equipo remoto requiere

Las habilidades del líder se enfocan en nuestro crecimiento como seres humanos, logrando que las personas hagan que las cosas pasen, dejando de enfocarse en tener o acumular, y más en construir la colaboración. Los seres humanos somos capaces de hacer cosas que parecen increíbles.

Veamos cinco acciones fundamentales, que no son las únicas ni es una lista exhaustiva, en este liderazgo que construye una nueva realidad y se adapta a las necesidades de nuestros equipos y del entorno:

  • Enfocarnos en resultados
  • Mantener comunicación constante
  • Cuidar y crear relaciones
  • Generar acuerdos en equipo
  • Gestionar la productividad con balance entre lo laboral y lo personal

Hay unas acciones recomendadas, para cada una de ellas.

1. Enfocarnos en resultados para generar autonomía

Inspirar, dar sentido y lograr resultados, son algunas de las habilidades esenciales del líder. Hoy, cuando la incertidumbre y el cambio llegaron para quedarse, necesitamos resolver los temas en el presente sin perder el foco.

Solo se deja guiar un pueblo cuando se le enseña un porvenir

Marlene Dietrich

Plantear o reforzar objetivos, que las personas se sientan acompañadas para lograrlos y dar la flexibilidad para ser proactivos tomando riesgos son acciones que permiten avanzar con alguna claridad.

  1. Aclarar objetivos de manera que las personas logren una visión de futuro y un sentido a lo que hacen
  2. Establecer entregables delegando y empoderando. Así se genera autonomía, se potencia el talento y se logran mejores resultados
  3. Hacer seguimiento a resultados en lugar de controlar tareas, facilita el trabajo, construye confianza y se enfoca en logros
  4. Hacer acompañamiento individual periódico, con mayor frecuencia, para apoyar, remover barreras y encontrar soluciones conjuntas. El líder no se las sabe todas – y no tiene por qué saberlas- pero puede encontrar las oportunidades con inteligencia colectiva.  Así mismo, construye una cultura de cooperación y apoyo mutuo.

2. Mantener comunicación constante que nos acerque

Esta nueva realidad nos muestra la posibilidad de usar diferentes medios para mantener la cercanía. Ya hemos visto la fatiga del uso de Zoom u otras herramientas virtuales.

Necesitamos usar mecanismos para evitar supuestos, transmitir tranquilidad, ser oportunos y lograr una comunicación efectiva, empática y asertiva.

  1. Comunicar lo necesario por el canal adecuado
    Necesitamos acordar con el equipo qué se comunica, a través de qué medio, quienes son los responsables y cuándo se realizan tales comunicaciones. Es indispensable la apertura para preguntar con tranquilidad, sin juzgar ni culpar y reconocer cuando no se tienen las respuestas.
  2. Aprovechar los diferentes canales
    Videollamadas, llamadas, chat, correo son herramientas que permiten conectarse. Usar las más cercanas para temas inmediatos, tratar temas individuales en canales directos, usar correos solamente cuando se debe llevar el registro e involucrar sólo a los necesarios en reuniones incrementa la eficiencia.
  3. Ser empáticos y asertivos
    Al trabajar en casa cada persona enfrenta diferentes retos. Cuando una parte del equipo regresa a la oficina viene un desafío adicional para mantener la alineación y cercanía.  
    Como líderes, empatía y asertividad son requisitos indispensables para observar y entender la situación por la que atraviesa cada miembro del equipo. Tener la flexibilidad para adaptarse a esa realidad (hijos, espacios compartidos con la familia, mascotas); por otro lado, las condiciones de bioseguridad, distanciamiento y cuidado en la oficina, así que, encontrar alternativas de manejo y ser asertivos para expresar con claridad lo que se necesita son habilidades claves en éste nuevo entorno.

    El líder pone a prueba su humanidad, su solidaridad y su capacidad de inspirar para lograr el compromiso. El arte de hacer preguntas abiertas e invitar a que los miembros del equipo también las hagan, es imprescindible para identificar opciones y acordar nuevas maneras de trabajar y conseguir los resultados, sin deteriorar las relaciones.

    El líder pone a prueba su humanidad, su solidaridad y su capacidad de inspirar para lograr el compromiso. El arte de hacer preguntas abiertas e invitar a que los miembros del equipo también las hagan, es imprescindible para identificar opciones y acordar nuevas maneras de trabajar y conseguir los resultados, sin deteriorar las relaciones.

3. Cuidar y crear relaciones de confianza y compromiso

Las relaciones se cuidan y se crean a través de la confianza. Este es un elemento crucial que puede marcar la diferencia en los resultados y en la sostenibilidad de una relación. En esencia, necesitamos tres ingredientes para ser confiables para los demás:

  • Ser auténticos
    Es decir, mostrarnos sin máscaras. Hoy en día implica encender la cámara en las videollamadas, es abrir la puerta de espacios personales y esto nos acerca. Al mismo tiempo, entender cuando hay razones particulares para no encenderla, sin acosar.
  • Ser competentes
    Saber qué hacer y hacerlo bien. Implica conocer mejor las herramientas de tecnología que nos permiten colaborar remotamente. Incluye tomar decisiones proactivas, asumir riesgos, sin tener la certeza de todas las variables y aprender desde el error.
  • Cumplir
    En diferentes aspectos como: compromisos, acuerdos y tareas. Necesitamos honrar el valor de nuestras palabras, para construir y mantener la confianza entre los miembros del equipo y en particular en momentos en que nuestra logística personal está de cabeza.

    Es momento de inspirar, valorar el trabajo de las otros, cuidarlos, así como crear espacios para generar cercanía. Escuchar y demostrar interés genuino ayudan a cultivar las relaciones.

Son tiempos de inspirar, valorar el trabajo de las otros, cuidarlos, así como crear espacios para generar cercanía. Escuchar y demostrar interés genuino ayudan a cultivar las relaciones.

  • Inspirar y conectar con el propósito nos da sentido para encontrar oportunidades, ser creativos y seguir adelante.
  • Reconocer el trabajo y la situación de los demás demuestra empatía. Además, es clave que nuestra humanidad se traduzca en velar por la salud y la seguridad de las personas
  • Crear espacios informales para conversar uno a uno genera cercanía con el equipo.
  • Escuchar con atención, hacer preguntas abiertas, que generen reflexión y promuevan la generación de soluciones para crear un espíritu de colaboración. Así mismo, invitará a que los demás pregunten por las implicaciones de acciones, decisiones o a prevenir malentendidos y generar compromiso.
  • Reconocer las emociones manifestando confianza en el futuro. Tener la capacidad de “ser el pararayos” que convierte los aspectos negativos de la realidad, en posibilidades para resolver el presente con visión de futuro, inspira a los demás a continuar con optimismo.

4. Generar acuerdos poderosos de trabajo en equipo

Uno de los grandes enemigos de la colaboración, es asumir que todos tienen claro cómo funcionan, cuáles son los compromisos o que están de acuerdo con las decisiones que se toman. En particular, cuando hay equipos remotos o algunas personas en oficina y otros con home office es más crítico.

Por lo tanto, se necesitan acuerdos sobre cómo se trabaja y cómo se comunican

  1. Establecer la puntualidad en los compromisos
    No solo se trata de definir una fecha y hora en particular, sino cuál es el resultado (no sólo la tarea) y cuáles son las implicaciones o consecuencias cuando no se completa. También es importante establecer canales o momentos para resolver dudas o renegociar tal cumplimiento.
  2. Reconocer las diferencias de estilos, opiniones, posiciones y expectativas, y gestionar el conflicto
    Es natural que frente a la incertidumbre y las decisiones surjan desacuerdos. Expresarlos asertivamente ayuda a construir puentes para llegar a las decisiones más acertadas, sabiendo que lo que pase hoy puede cambiar mañana. Promover conversaciones retadoras y valientes para desarrollar la capacidad de entender al otro y lograr acuerdos es una habilidad facilitadora de innovación, creatividad, flexibilidad y soluciones.
  3. Definir cómo se resuelven dudas y cómo se hará el seguimiento
    Es conveniente abrirse para que, individualmente o en equipo, las personas puedan aclarar o preguntar. El seguimiento implica un cambio estructural para muchos: en lugar de hacer seguimiento a las tareas, es decisivo enfocarse en los resultados, entendiendo la responsabilidad y su alcance, las dificultades, los retos y riesgos y cómo se resolverán.
  4. Acordar qué se comunica, cómo, a quién y cuándo como se mencionó anteriormente
  5. Agradecer, valorar, asombrarnos, celebrar y disfrutar
    Este año hemos escuchado sobre el valor y el poder que tienen el agradecimiento, la celebración y el disfrute para conectarnos con la alegría y la capacidad de asombrarnos, que potencian el bienestar y la productividad.

5. Gestionar la productividad con balance

Esta habilidad, primero individual y luego liderando con el ejemplo, es tremendamente útil para valorar el tiempo y evitar el estrés. Cuando el líder logra establecer prioridades, organizarse, y generar nuevos hábitos, es posible demostrar que se puede lograr que las cosas pasen, crear una nueva realidad y manteniendo el respeto y el equilibrio.

Te recomendamos leer “Cómo trabajar más fácil haciendo home office” donde podrás ver con mayor detalle cómo:

  • Organizar el espacio de trabajo
  • Prevenir distracciones
  • Establecer rutinas de trabajo y crear nuevos hábitos
  • Desconectarse y recargar la energía. La importancia de tener rutinas para el trabajo, así como lo fundamental de hacer pausas y recargar la energía
  • Reflexionar

En resumen, la nueva realidad la estamos creando con la capacidad de idear opciones diversas, inspirando con el ejemplo y poniendo en acción las habilidades para tiempos de crisis, incertidumbre o cambio.

Todo esto, teniendo presente que este es un liderazgo más humano, enfocado más en el ser y el hacer que en el tener. Podemos movilizar a otros a través de enfocarnos en resultados, mantener comunicación constante, cuidar y crear relaciones, generar acuerdos en equipo y gestionar la productividad con balance.

Post reeditado; original escrito el 16 Mayo 2020.

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Patricia Osorio

Socia, Directora de Desarrollo Humano y Consultora Senior de 361°. Ha desarrollado proyectos de estrategia y eficiencia de procesos organizacionales y gerenciales. Certificada como “Certified Quality Manager”, “Cinturón Negro” de Calidad y diseño instruccional y experiencia de más de 20 años como consultora y facilitadora. Ha sido miembro de la junta directiva de Colfondos, se desempeñó en Citibank como Vicepresidente de Calidad y Mejoramiento de Procesos, de Servicio al Cliente; cargos directivos en Mercadeo, Recursos Humanos y Tecnología.

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